A blog of an amateur philosopher

Sunday, April 06, 2008

Autoreflexión

De alguna manera siempre he pensado, o mejor dicho, siempre he dado por hecho que mis virtudes justificaban mis defectos. Y no las justifican, las compensan quizás, y nunca se pueden justificar los defectos... Aparte de algunos porque todos los tenemos, y es más cuestión de aceptar la imperfección intrínseca del ser humano más que de justificarlos propiamente. A veces incluso me esfuerzo en mostrar tanto mis defectos como mis virtudes, para que quienes me conozcan me tengan que aceptar tal como soy, pero creo que debería marginar las partes de mi menos constructivas y potenciar las buenas. Especialmente las que me benefician no solo a mi, sino al resto de personas y me ayudan a ser mejor persona.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Creo Martin, que las virtudes son el trampolín para alzarte y luego arriba vas encontrándote todos tus defectos. Las virtudes te abren camino pero los defectos te hacen mejor persona: empiezas aceptándolos, que ya es, y luego te aceptas a ti cómo una persona con errores que te van puliendo a diario.
Piensa que estamos aquí, no para observar una escultura asquerosamente perfecta, sino para ir restaurándola. No hay nada más bello que reconocerte cómo un ser humano con defectos y escupirlos a los cuatro vientos. Los demás te aceptaran por verte cómo a alguien que se reconoce su imperfección intrínseca, y les vas a ayudar a que hagan lo mismo con ellos mismos. Y sino te aceptan, y qué? Una persona es una mina de riqueza precisamente por sus virtudes y defectos, y si marginas las partes menos constructivas, siempre quedaran cómo tal. Pocas veces los demás te dirán a la cara tus defectos, al contrario. Cuando alguien te desvele algún defecto, dale las gracias porque te ha hecho un regalo…

2:11 PM

 
Anonymous Anonymous said...

Martin!!!
So gris!!
no tengo tú mail, escríbeme please!
grisselda3@hotmail.com

10:46 AM

 

Post a Comment

<< Home